SÉPTIMA SEMANA. DE LA ABSTRACCIÓN A LA FIGURACIÓN. EL DIBUJO DE MODELO.

En el ámbito de las artes plásticas existen dos campos productivos claramente diferenciados desde los primeros años del siglo XX: el figurativo y el abstracto. Desde entonces, muchos artistas optan por una de esas dos vías, excluyendo la otra como si ambas fueran esencialmente incompatibles. Sin embargo, el arte abstracto surge del figurativo a través de Braque y Picasso, por un lado, y a través de Kandinsky por otro.

En el primer caso, el Cubismo, la abstracción se desarrolla mediante la simplificación geométrica de elementos figurativos y la descomposición en signos de esa figura geometrizada. El resultado final se consigue integrando los fragmentos así obtenidos con la geometría del soporte, representada por una trama de fragmentos verticales y horizontales. La obra cubista nunca abandona el referente figurativo y será Malevitch, interpretando los collages cubistas, quien da el salto definitivo hacia la abstracción geométrica pura.

Kandinsky sigue también un proceso de abstracción mediante una geometría del gesto. Mientras que el Cubismo se mantiene en un espacio ortogonal, de verticales y horizontales, aquí se disloca el espacio y se pierde la referencia del horizonte, del arriba y el abajo. La alteración del espacio tradicional comienza con el uso del color, muy próximo al fovismo; después, ciertos gestos radicalizados organizan el espacio del soporte, conectando todos los fragmentos espaciales. En Kandinsky sí se alcanza finalmente una abstracción pura, sin alusiones figurativas.

Nuestro propósito en esta parte del curso es acceder a la figuración, concretamente al dibujo de modelo desnudo, a través del camino abstracto de la gestualidad que hemos seguido hasta ahora. No se trata de negar «por principio» el dibujo de parecido visual, sino de mostrar que ese tipo de dibujo, al que todos tendemos de manera automática por influencia del ambiente cultural, es una manera más de dibujar entre otras muchas, Se trata, por tanto, de conquistar la libertad de poder mirar la realidad de otros modos que los establecidos por la costumbre y el pacto social.

la gestualidad está incorporada en la producción artística, al menos, desde el Renacimiento a través del dibujo de boceto. Sin embargo, la exclusiva valoración de las imágenes acabadas por parte de los clientes y de los receptores de las obras en general, ha llevado a ignorar durante mucho tiempo esa «trastienda» de la obra que es el proceso de tanteo.

Debajo, bocetos de Rafael, Miguel Ángel, Leonardo y Pontormo.

Debajo, bocetos de Delacroix y Daumier.

El dibujo gestual y el Espacio Matriz. Una vez que se acepta que la creación requiere la práctica del tanteo, dibujar se convierte en hacer y deshacer. Dibujando y desdibujando, dibujando y borrando, se habilita ese lugar productivo que es el Espacio Matriz, origen de posibles soluciones.

Debajo, Lugares Generativos de Pontormo, Rembrandt, Cézanne, Picasso y Jordan Wolfson. 

En el vídeo, apuntes de Pedro Burgaleta.

Selección de los dibujos del miércoles y el jueves. El primer día se dibujó sin mirar el papel; también se hicieron apuntes de los compañeros procurando no levantar el lápiz. El jueves se realizaron apuntes de la modelo.

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